jueves, 19 de febrero de 2009

Analogías

Siempre me ha gustado crear analogías para explicar a alguien alguna cosa o simplemente como argumento en alguna conversación. Me ha apetecido poner aqui un par.

Como mi ocupación actual se centra en acabar mi carrera irán ambas analogías en ese sentido, una en lo académico y la otra en lo laboral.

En lo académico, he comparado alguna vez la carrera con un puzzle.

En el colegio o instituto, teníamos las materias por cursos casi siempre indivisibles, esto es, que tienes 10 ó 12 asignaturas durante un curso y si pasas de curso otras 10 ó 12 nuevas, y sino pues repites con todas.
En la universidad el sistema es distinto y la que apruebes no la vuelves a tener nunca. De este modo tú mismo eres quien te vas configurando cada año las asignaturas, pudiendo tener poquitas en un año o un montón, según quieras. Luego está el problema de los horarios, que como cada alumno tiene una configuración de asignaturas completamente distinta, los horarios no pueden venir bien a todos, por lo que es fácil que te puedan coincididir varias asignaturas a la misma hora, dificultad añadida para progresar.

Algún universitario estará diciendo: "Vaya bobada, ya ves tú, vas sacando todas año por año y no tienes ese problema". Bueno, estamos hablando de carreras en las que el 95% de los alumnos NO aprueban todo año por año, sino que van arrastrando y arrastrando asignaturas hasta el final (valga de ejemplo cualquier rama entre las ingenierías).

Al lío. Por qué una carrera universitaria puede ser cómo un puzzle? Pues me lo recuerda asemejando las asignaturas a las piezas, y no solo por lo obvio de que cada asignatura que apruebas es cómo una pieza que colocas, sino porque cuando tienes todas las asignaturas por aprobar, los exámenes apiñados y los horarios inflexibles te hacen avanzar más despacio, al igual que cuando tienes cientos de piezas del puzzle sobre la mesa sin colocar y es en ese momento cuando más lento avanzas y más cuesta ir colocando piezas. En ese mismo sentido, cuando estás en la fase final de la carrera y te encuentras con que tienes 3 o 4 asignaturas en todo un año, acostumbrado a tener 12, se comprueba cómo es mucho más sencillo ir sacándolas que antes, incluso asignaturas difíciles. Esto ocurre en un puzzle que, auque se trate de una región complicada, es mucho más fácil ir colocando piezas cuando son las últimas del puzzle y tienes casi todas puestas un un montoncito pequeñito donde buscar la correcta.

En el sentido laboral seré un poco más breve.

El funcionario de repente tiene que aprender a utilizar el procesador de textos o la hoja de cálculo del ordenador para gestionar lo que hasta ahora hacía a mano. Y dice: "Ahora estoy aprendiendo informática".
No señor, usted está aprendiendo OFIMÁTICA, la informática es algo bien distinto.

Mi símil es que la ofimática es a la informática lo que la conducción a la mecánica.
Yo tengo el carné de conducir B1, que me habilita para conducir un turismo, pero no tengo ni idea ni de diseñar una carrocería, construir un motor o poner a punto una caja de cambios. A lo sumo sé cambiar una rueda o una bombilla de un faro, vamos, lo justo pa tirar palante.
Pues yo no soy mecánico, ni ingeniero de motores, ni diseñador automovilístico ni nada de eso. Soy un conductor ramplón.
Pues usted, que sabe manejar el Windows, crear una cuenta de invitado y formatear su disco duro para volver a instalar el sistema operativo a lo sumo, no tiene ni pajotera idea de informática, no así de ofimática, en lo que le veo puesto, señor.

Bueno, hasta aquí el peñazo de hoy.

4 comentarios:

  1. "La ofimática es a la conducción lo que la informática a la mecánica."

    Jamás una exposicón tan breve ha sido tan ilustrativa.

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  2. apunte de la frase, igual es q soy enrevesada, pero no se entiende mejor como "la ofimática es a la informática lo que la conducción a la mecánica"?? Pregunto, para mi sería así.

    Y lo del puzle de asignaturas... yo en septiembre había años que estaba por hacerme unas transparencias con los horarios de todos los cursos, marcar mis asignaturas y ponerlos uno encima de otro, a ver si conseguí cuadrar algo... pppfffff. Por suerte ahora sólo tengo que contar cuánto queda para el horario de verano: 3 meses y 11 días :D

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  3. Me has convencido, ya lo cambié. Muchas gracias :)

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  4. pues a mi se me han debido de doblar las ultimas piezas del puzzle porque no acaban de encajar!!!!!!!!no hay manera de completar el expediente con dos aprobados mas....

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