lunes, 25 de enero de 2010

Sueño #5: Sueño-aventura 2012

He vuelto a tener un sueño-aventura, que ya expliqué en su dia lo que es.

En esta ocasión era algo así como un desastre natural controlado. No se como explicarlo, pero había una sucesión de desastres naturales estilo a la película de 2012 pero controlados por una entidad maligna.

Siesta del domingo 24 de enero de 2010:

Estoy en mi ciudad, con gente (no recuerdo quien) y vemos como hay unas señales en una especie de monumento de piedra que suelta chispas hacia el suelo (está clarísimo) que nos avisan de que van a pasar cosas chungas en la ciudad. Estas cosas las controla alguna entidad maligna que ya ha destruido determinadas ciudades.

Estamos medioincrédulos con el tema cuando empiezan a caer rayos en monumentos de la ciudad, el tráfico se paraliza un momento para empezar a intentar salir todos de la ciudad con el subsiguiente atasco. Una estatua a tomar por culo, el reloj de la catedral a la porra... unos barcos de metal (estatuas) que hay en una plaza (esto en la realidad no existe, ni nada parecido) se giran orientándose hacia nosotros y nos empiezan a perseguir (esto poco tiene que ver con catástrofes naturales, está claro que hay algo muy malo que controla que te cagas).

Los barcos nos persiguen por calles estrechas, en las que nos tenemos que quedar pegados a una pared viendo como a una señora le golpean en una pierna y se cae al suelo. Pasan de largo.

Seguimos por una zona antigua (una zona que no creo que exista en esta ciudad) donde hay un montón de tiendas, se suceden los saqueos. A mi me hace ilusión robar algo de la puerta de una tienda, donde hay guantes y gominolas, cojo un par de guantes (creo) y un puñado de gominolas (que ricas). Proseguimos la huida. Intento convencer a mis acompañantes de salir lo más rápido posible de la ciudad, que habrá atascos pero que hay que buscar una salida, no me hacen mucho caso. De repente reconozco a mis acompañantes, son mi madre, prima y resto de familia... vamos huyendo pero me cuesta horrores convencerlos de que se den prisa, no parecen apreciar la gravedad de los hechos. De repente ven un centro comercial abierto y se meten todo contentos a comprar!!! Yo no doy crédito, mi prima parece darse la vuelta y venir hacia mi... albricias! alguien sensato! escucha por megafonía nosequé de una oferta en la tercera planta del centro comercial y se vuelve gritando a mi madre y tía que hay que ir a esa planta.

Fin del sueño

Así no hay quien descanse un domingo, cojones!

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