Sin sueños destacables, un nuevo análisis de los Simpson, nuevos dibujos o chistes voy a comentar una anécdota de cuando era peque de la cual hoy me he acordado no se muy bien por qué.
No sé la edad que tendría, quizá unos 5 o 6 años, pero lo recuerdo con claridad.
Volvía yo con mi mami a casa después de una larga tarde fuera. Por aquella época yo vivía en un octavo piso.
Me meaba con una intensidad bestial y el ascensor tardaba en venir tras nuestra llamada.
La puerta tras una larga espera se abrió, montamos en él y hale, parriba.
Primer piso
...
Segundo piso
...
...
Tercer piso.
...
...
...
Cuarto piso. Joder lo que me meaba.
...
En algún momento entre el 4º y el 8º:
- Mamá, qué hay que hacer si te meas mucho mucho mucho?
- Si no puedes aguantarte, mea aunque sea en un tiesto. (Sí, una de esas expresiones de madre que no sabe muy bien que decir).
Grandioso momento. Saqué la chorra ahí mismo y desahogué mi vejiga con una satisfacción tremenda.
Aún recuerdo con suma claridad a mi madre fregando el ascensor aquel día. Jejejeje.
Este truco te cambiará la vida
-
Esta forma de organizar los auriculares me parece tan absolutamente
encantadora que hasta me emociona. Llevaba un año sin publicar nada por
aquí, pero la o...
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario